lunes, 19 de diciembre de 2011

Estados unidos: segunda etapa imperialista

La guerra fría permitió el desarrollo de dos tipos de expansionismos imperiales, uno basado en la alianza de las burguesías liberales encabezada por Estados Unidos y otro expansionismo basado en el capitalismo de Estado desarrollado por la Unión Soviética y china.
El expansionismo de la burguesía norteamericana les impuso a las burguesías europeas una alianza a fin de equilibrar el intercambio comercial de Europa y Estados Unidos con las economías asiáticas. De allí la necesidad de concebir a Europa como un Estado federado (a la imagen de Estados Unidos) y no como un grupo de países con diferentes políticas económicas, que responden cada uno a los intereses particulares de sus burguesías nacionales. Esta alianza se concretó a través de la consolidación de un sistema financiero internacional compartido entre las grandes burguesías financieras norteamericanas y europeas. Donde sus poderosas entidades de inversión le permiten chantajear a las burguesías de otros mercados mediante la creación a conveniencia de crisis financieras regionales o locales.
El capitalismo de Estado desarrollado en la Unión Soviética explotaba de manera centralizada la mano de obra del país de acuerdo a los intereses de la élite burocrática. Este esquema se mantuvo bajo la férrea unidad imperial que lideraba Stalin. Sin embargo, a su muerte no se pudo recomponer un liderazgo con la ferocidad necesaria para centralizar el poder dentro y fuera de la Unión soviética. La imposibilidad de crear relaciones de producción comunista a partir de un capitalismo de Estado generaron superestructuras que reflejaban esta contradicción y que a fin de cuenta develaban su base económica: semi- feudal y semi- capitalista, con poco desarrollo de sus fuerzas productivas. Cuando los norteamericanos se percataron de tan simple realidad cambiaron su estrategia de insistir en guerra fría y permitieron que se desarrollaran las contradicciones internas de la Unión soviética con el fin de que ellas la destruyeran.
Otro tanto ocurría en china. Muerto Mao Zedong, los nuevos emperadores, ante el atraso de las fuerzas productivas de china proponen como salida capitalismo en sus dos expresiones: capitalismo de mercado y capitalismo de Estado. Bajo este esquema el capitalismo de Estado, dominado por las elites políticas del Partido Comunista, dirigen y controlan al naciente capitalismo de mercado y a la economía semi feudal que se extiende por todo el país. Este entramado económico permitió el desarrollo de su parque industrial a partir de la apertura de su economía al capital productivo occidental. Estrategia que le permitió al partido comunista chino construir una industria manufacturera de grandes proporciones con capacidad para financiar su capitalismo interno, su inmenso Estado semi feudal y posicionarse con fuerzas en los mercados Norteamericano y Europeo.

martes, 6 de diciembre de 2011

Estados Unidos: las etapas del imperialismo

La segunda guerra mundial vino a resolver la contradicción interna de Estados Unidos en materia de producción y consumo. La burguesía industrial Norteamericana producía más que lo que podía absorber su economía. Situación que terminaba en desempleo y crisis social. De allí que esta burguesía pujara por la expansión internacional como salida a su problema de producción de mercancía y consecuente aumento de rentabilidad.
Su participación en la segunda guerra mundial fue la mejor inversión de la burguesía norteamericana, que vio colocada sus mercancías y expandir su economía, así como, su influencia política y militar a nivel mundial. El resultado de la segunda guerra mundial dejó a los imperios Inglés, francés y Alemán debilitados frente a una Norteamérica con una economía intacta y en plena expansión. Esta situación permitió imponer un esquema que se caracterizó por el otorgamiento de créditos a Europa dirigidos a su reconstrucción, que tenían como fin último la compra de mercancías norteamericanas. Estados Unidos mantenía así su nivel de crecimiento económico con la venta de mercancías a Europa. Sin embargo, la balanza comercial favorable a Norteamérica rápidamente cambio a favor de Europa; y la razón era lo barato de la mano de obra de esta última. La solución a este problema de balanza comercial resultó en la imposición de un sistema financiero internacional basado en el dólar norteamericano, el idioma inglés y cuyo centro financiero estaba en Estados Unidos. Esta imposición fue el resultado del poderío nuclear Norteamericano, la fortaleza de su sistema financiero y el papel beligerante que este tenía frente a la lucha con los soviéticos, en el marco de la guerra fría.
A estos avances imperiales se sumó, la lucha de las transnacionales petroleras por la obtención de mayor rentabilidad. Después de financiar por más de 20 años a la burguesía industrial y Financiera de Estados Unidos y Europa las transnacionales petroleras propiciaron los procesos de nacionalización de la industria petrolera a nivel mundial con fin de mejorar su rentabilidad a costa de los aumentos de los precios del petróleo que resultaran de la lucha entre países productores de petróleo y consumidores.
Los altos precios del petróleo, la fuerte competencia de mercancía proveniente de Europa y Japón en el mercado norteamericano, el alto costo del aparato militar de los Estados Unidos y la apertura económica de china (y el lejano oriente) con su mano de obra semi esclava, permitieron un cambio en el esquema de desarrollo norteamericano que resultó en la fuga de sus capitales hacia el oasis de la rentabilidad. El esquema de desarrollo se basó en la explotación de la renta mundial a través de su centro de transacciones financieras internacionales, su mercado de cambio mundial de mercancías y la explotación de la riqueza y mano de obra productiva del mundo mediante sus transnacionales.